Los puntos negros son uno de los mayores enemigos que debemos afrontar para conseguir una piel lisa y preparada para nuestro maquillaje. En especial ahora en verano y con las altas temperaturas que facilitan la salida de estos. En este post os diremos algunos trucos para ir eliminando poco a poco estos puntos negros.
LIMPIA TU ROSTRO 2 VECES AL DÍA
Este es uno de los factores más importantes y que no debemos olvidar para llevar al día la batalla contra los puntos negros. Lo más idóneo sería lavar el rostro tanto por la mañana tras levantarse y por último, por la tarde – noche al llegar a casa o justo antes de acostarnos. Ambas partes de la rutina de limpieza facial son algos distintas pues por la mañana se puede limpiar el rostro con un tónico que elimine los restos de pieles muertas y sebo que se hayan podido juntar en el rostro al dormir. No se necesita una limpieza más profunda en realidad para este momento del día, lo que se busca es una ligera limpieza, controlar el tamaño de los poros y una sensación de frescura para empezar bien el día.
En cambio la limpieza que se haga después cuando va a acabar nuestro día es la que sí debe hacerse en profundidad y como siempre defendemos, si es posible debemos adaptar la rutina coreana de doble limpieza para asegurarnos de que los puntos negros van a ir desaparencido poco a poco con el tiempo. Es decir, debemos desmaquillar el rostro primero con un aceite, la elección dependerá del tipo de piel y fortalecemos la limpieza con un jabón limpiador. Para finalizar siempre hay que aplicar el tónico facial porque como comentamos en el post anterior, sirve como puente entre la limpieza y la hidratación, terminando de limpiar los poros, eliminando posibles restos de maquillaje o suciedad del ambiente y preparándolos para la hidratación.
RECUERDA que siempre hay que limpiar el rostro incluso aunque no nos hayamos aplicado maquillaje. Si sales a la calle con crema solar debe ser limpiada también antes de dormir o incluso si se sale con la piel al descubierto (aunque mejor no hacerlo) pues los agentes externos como la contaminación o el polvo ensucian nuestros poros, creando puntos negros.
EXFOLIA EL ROSTRO
El añadir un exfoliante a nuestra rutina de limpieza también nos favorece a la hora de combatir los puntos negros. En este caso, no es un paso que debamos seguir de manera diaria porque un exceso de exfoliación profunda puede dañar la capa externa de la piel e irritarla pero al menos una vez a la semana es indispensable. Además, existen numerosas maneras de exfoliar el rostro, algunas de manera más fuerte que otras. Incluso hay masksheets con un efecto exfoliaante para la piel. Debemos probar productos que nos vengan bien al rostro recordando que los puntos negros no tienen porque desaparecer el segundo después de haber exfoliado la piel, sino que es un proceso que lleva su tiempo. Para el estado de la piel es incluso mejor tener paciencia con los exfoliantes y poner más hincapié en la limpieza facial cin obsesionarse con la exfoliación.
NO USES LOS DEDOS PARA SACARLOS
Cuando no se es paciente con los productos de limpieza facial y se siguen viendo algunos puntos negros muchas veces se suelen usar las manos para eliminarlos pero es un grave error ya que así lo que hacemos es crear grietas en la superficie de la piel y expandir bacterias. Cuando ejercemos la presión de las yemas de los dedos o las uñas en la piel, creamos micro roturas en la capa que la cubre y la mantiene firme. E incluso pueden llegar a formarse heridas que con las bacterias de las manos pueden acabar infectadas. Tampoco es recomendable utilizar los utensilios que se venden para sacar los puntos negros porque suelen almacenar bacterias.
Debemos ser pacientes y confiar en los productos de limpieza y en su eficacia porque todo se consigue cuando llevamos un equilibrio de rutina facial.
MANTÉN EL AMBIENTE DONDE DUERMES LIMPIO
Otro factor a tener en cuenta es la limpieza de lo que nos rodea pues ya que no podemos evitar de manera tan directa la contaminación siempre podemos intentar reducir esos agentes externos en nuestro hogar. Mantener la almohada siempre limpia ayuda a disminuir los puntos negros . Mientras dormimos, en la almohada se van almacenando las pieles muertas y el exceso de sebo que produce nuestro rostro por lo que es recomendable cambiar la funda de manera semanal, para apoyar el rostro en una superficie libre de impurezas.
TU TIPO DE ALIMENTACIÓN TAMBIÉN AYUDA
Como en tantas cosas, el tipo de alimentos que ingerimos tienen diversas propiedades para la piel.
Para ayudar a combatir los puntos negros vienen muy bien los alimentos con:
Vitamina C ya que estos frenan a los radicales libres de obstruir los poros. Muchas personas con problemas de acné y puntos negros tienen ina deficiencia de Vitamina C por lo que comer frutos rojos y otros alimentos como el brocoli, coliflor, espinacas, tomates y piña entre muchos otros ayuda a la piel a mantener a raya los poros.
Alimentos con proteínas como las judías.
Comer alimentos ricos en selenio también son recomendables para evitar tener una piel con puntos negros en especial para gente que viva en lugares con unos agentes externos muy dañinos para la piel como un ambiente muy contaminado o unas temperaturas muy altas. Incluso para gente que fuma o se ve rodeada de humo de tabaco. Algunos alimentos ricos en este mineral antioxidante son el arroz integral, la pasta, el ajo y la cebada entre otros.
Finalmente, para contribuir con una dieta equilibrada que afecte de manera positiva el estado de nuestra piel debemos beber una gran cantidad de agua al día con un mínimo de 8 vasos.
Por lo tanto, si los puntos negros son uno de los peores enemigos de tu piel intenta seguir estos pasos y aplicarlos en tu rutina diaria. Los puntos negros, aunque existan tiras o cremas peel off que los eliminen en grandes cantidades, no desaparecen en su totalidad de la noche a la mañana y combatirlos es una actividad rutinaria que consiste en un equilibrio alimenticio y una buen seguimiento de limpieza que respete el estado natural de la piel.
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